Ya huele a cuartos

El Real Madrid ya está en cuartos de final de la Copa del Rey tras vencer al Celta de Vigo en la prórroga. Un partido vibrante y polémico, con un marcador abultado que no refleja los apuros vividos por los de Ancelotti.
El encuentro arrancó con un Celta valiente, que mostró personalidad en un Santiago Bernabéu con ambiente enrarecido, un estadio que pitaba a varios de sus jugadores, entre ellos, Tchouameni y Lucas Vázquez, por su bajo nivel esta temporada.
El punto de inflexión llegó en el minuto 35, cuando el Celta reclamó un penalti de Lunin sobre Swedberg, pero el árbitro, Munuera Montero, no señaló nada, y en la jugada siguiente, Mbappé aprovechó la contra para abrir el marcador.
Nada más volver del descanso, en el 48’, el Madrid amplió distancias, el ‘9’ filtró un pase a Brahim, que asistió a Vinicius para hacer el 2-0. El Celta, lejos de venirse abajo, se fue creciendo, y eso hizo que a menos de 10 minutos del final, Bamba recortara distancias, dándole todavía esperanzas a los gallegos. Y como precisamente la esperanza es lo último que se pierde, estos no dejaron de intentarlo, hasta que en el tiempo añadido, Marcos Alonso empató de penalti tras una falta de Asencio sobre Bamba, forzando de esa manera la prórroga y haciendo callar a un Bernabéu que ya celebraba el pase a cuartos.
En el 108’, el Real Madrid mostró frescura y calidad. Endrick remató tras una asistencia de Arda Güler, devolviendo la ventaja a los blancos. Poco después, Valverde sentenció con un potente disparo desde fuera del área y, de nuevo, la joven promesa brasileña, Endrick, de tacón, cerró la goleada y su doblete en el último minuto, firmando el definitivo 5-2.
El Madrid ha tenido que sufrir para doblegar a un Celta que ha rozado el sueño y que se marcha del torneo con la cabeza alta, pero no sin polémica arbitral. El equipo de Ancelotti, pese a las dudas y la crisis de confianza evidenciada en algunos tramos, sigue adelante en la Copa del Rey gracias al talento de sus jóvenes figuras como son Güler y Endrick.