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El Real Madrid se ha llevado la victoria por 3 a 2 ante el Celta de Vigo, pero no sin sufrimiento de por medio.

Tras la eliminación en Copa del Rey, el Celta quería la revancha, volvía al Bernabéu con toda su artillería preparada para atacar. Los de Ancelotti llegaron a dominar por 3-0 con doblete de Kylian Mbappé y un gol de Arda Güler, pero acabaron pidiendo la hora ante la insistencia de los gallegos.

El encuentro comenzó con un Real Madrid decidido a imponer su ritmo. No fue hasta el minuto 33 que llegó el primer gol gracias a un Arda Güler, muy activo y metido en el partido. Apenas seis minutos después, Mbappé amplió la ventaja. El Madrid se fue al descanso con el partido encarrilado, confiado pero sin venirse abajo.

Nada más arrancar la segunda mitad, Güler filtró un pase a la espalda de la defensa y Mbappé no falló, firmando su doblete y poniendo así el 3-0 en el marcador. Después de 3 goles parecía que el partido estaba sentenciado y los blancos se relajaron, pero el Celta no desaprovechó su oportunidad.

En el 69′, tras un córner, Lucas Vázquez salvó bajo palos un remate de tacón de Pablo Durán, pero el rechace lo recogió Javi Rodríguez, recortando distancias (3-1). Cualquiera lo diría, pero en el minuto 76 Iago Aspas, que había entrado desde el banquillo, filtró un pase perfecto para Swedberg, que superó al portero belga y puso el 3-2 para el Celta, acercándose cada vez más a los madridistas y oliendo de cerca, al menos, el punto.

En el tramo final, los celestes tenían el control absoluto, con Courtois convertido en héroe impidiendo la llegada de los visitantes y pidiendo la hora.

El Real Madrid ha pasado de la fiesta a la angustia en apenas veinte minutos, pero finalmente le ha podido dar la victoria a su afición. Y desde ya, mente puesta en el último Clásico de la temporada.

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